Acerca de los Treant

Cuando los Hijos de Aulë salieron de sus cavernas y contemplaron el mundo que había ante ellos tardaron poco en desear poner en práctica los conocimientos que su Padre les había transmitido, cavaron a gran profundidad en la Tierra hasta dar contra la dura roca. Entonces idearon instrumentos que les permitieran continuar con su tarea, a costa de talar los arboles que subian desde los bosques que se extendian desde donde se perdia la vista hasta sus propias montañas. Entonces, Yavanna, la Vala de la Naturaleza, lloró por sus creaciones destruidas egoistamente por los hijos de su esposo, Aüle, y sus llantos fueron escuchados fuera de este Mundo, y Eru Iluvatar, el Padre de Todos, le concedió lo que su corazón anhelaba: que sus creaciones fueran capaces de defenderse de las hachas que se alzaran contra ellas. Así, los árboles de aquellos bosques primigenios recibieron la Bendición de Yavanna, que les permitió moverse y evolucionar. Así surgieron los treants y los ucornos. Los Primeros Nacidos no tardaron en percibir la nueva vida que surgia en sus bosques y pronto acudieron a aprender sobre ella. Los Avari y los Nandor del bosque enseñaron a estos Treant a proteger sus bosques, a cuidar de sus arboles y a comunicarse entre ellos, además de la lengua de los Eldar. Aquellos treant, transmitiendo su conocimiento entre sus congeneres decidieron responsabilizarse de sus bosques y jardines, como Pastores de los Árboles, o Ents. El más anciano de los Ent, es Bárbol, el Señor del Bosque de Fangorn, que es también su nombre. Fangorn es, aparte del misterioso Tom Bombadil, el Ser Viviente más antiguo conocido en la Tierra Media. Hace edades, en los Años Oscuros, las Ent Mujeres partieron a proteger sus jardines de flores, más desprotegidos que los bosques de los Ent, y jamás volvieron a ser vistas. Fangorn y el resto de Ents trataron de encontrarlas en vano y desde entonces los bosques lloran por la perdida de su amor.